Rosario está de festejo. La inauguración de la nueva terminal del Aeropuerto Internacional Islas Malvinas es un hito de infraestructura que la región merecía hace años. Tenemos el edificio, la manga, la tecnología y el confort. Pero seamos brutalmente honestos: una terminal sin aviones es solo un edificio lindo y caro.
Hoy, el récord histórico de pasajeros de Fisherton apenas roza los 900.000 anuales. Pensar en nuevas ampliaciones o en un aeropuerto verdaderamente internacional sin plantearse una estrategia agresiva para llegar a los 3 millones de pasajeros es una utopía. La demanda existe (Rosario y su zona de influencia son una usina de viajeros), pero la oferta está desconectada de la realidad.
¿Cómo llenamos la nueva terminal? El plan que comparto tiene dos motores: una estrategia internacional inteligente y saldar la deuda histórica de la conectividad doméstica con realismo.
1. El Radar 2026: Lo que ya ganamos
Antes de hablar de lo que falta, miremos las buenas noticias. El 2026 arranca con una recuperación sólida:
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Arajet desembarca en junio: Confirmó 3 frecuencias semanales directas a Punta Cana, un hub clave para conectar con Canadá, México y EE.UU. a tarifas low cost.
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Brasil se reactiva en verano: GOL apuesta fuerte con vuelo diario a Río de Janeiro (GIG) y 5 semanales a Florianópolis. LATAM vuelve con 4 semanales a San Pablo (GRU) y aumentara a diario en Julio. Ademas, consolida Lima aunque muy lejos de lo que fue en el pasado.
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Aerolíneas Argentinas acompaña con refuerzos a Río, Cabo Frio y Florianópolis.
2. El Plan Internacional: Romper la Ezeiza-dependencia
Para llegar a los 3 millones, el vuelo directo es la punta de lanza, pero el volumen diario lo dan los hubs regionales.
World2Fly y la validación de la demanda La confirmación de la ruta directa a Madrid rompió el «techo de cristal». Demostró que Rosario puede llenar aviones de doble pasillo. Ahora necesitamos rodear ese vuelo de una red de conexiones que funcione los 365 días del año.
Mirar al Este: Brasil como puerta a Europa
La salida natural al mundo no es el Sur, es el Este.
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San Pablo (GRU): Necesitamos «frecuencia, frecuencia y frecuencia». Vuelos diarios de LATAM y GOL todo el año son vitales para conectar en 2 horas con los bancos de salida de Lufthansa, Swiss, ITA, KLM, Iberia o la misma LATAM.

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La oportunidad de Río (GIG): Si sostenemos la ruta a Río todo el año, podemos alimentar los vuelos de las europeas (Air France/KLM donde Gol tiene alianzas) que salen de allí con capacidad ociosa, logrando tarifas competitivas para el rosarino.
Mirar al Oeste: Santiago y la salida al Pacífico
No podemos ignorar la cordillera. Santiago de Chile (SCL) es un hub irreemplazable que debemos recuperar. Es la vía lógica para conectar con Oceanía y la Costa Oeste de EE.UU., evitando el retroceso a Buenos Aires.
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Prioridad Absoluta: Recuperar a LATAM debe ser la máxima prioridad de la gestión, ya que garantiza la conexión de red (alianzas).
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El complemento necesario: Si bien LATAM es la clave por conectividad, el regreso de Sky o JetSmart también es urgente para recuperar volumen y competitividad en la ruta.
Mirar al Norte: Bogotá, la pieza que falta
Si bien Lima y Panamá siguen siendo vitales, la jugada maestra para Rosario es sumar Bogotá (BOG). Con la consolidación del Grupo Abra, un vuelo directo de Avianca nos daría una salida eficiente hacia el norte de Europa y el Caribe, complementando a los hubs actuales sin canibalizarlos.
El Sueño Americano: Miami y el factor A321XLR
No es ninguna locura soñar con un vuelo directo a Miami (MIA). Hoy esta ruta es mas viable que nunca gracias a la tecnología: la llegada de la nueva aeronave Airbus A321XLR cambia las reglas del juego.

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Este nuevo avión permite volar distancias largas con un solo pasillo y costos operativos mucho menores que los viejos aviones de fuselaje ancho.
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American Airlines, cliente principal de este modelo, ahora puede abrir rutas «punto a punto» desde ciudades secundarias como Rosario siendo rentable. Ya no necesitamos llenar un avión de 300 asientos; el XLR hace que el vuelo directo sea viable económicamente.
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Los rumores de American Airlines analizando plazas del interior son constantes y Rosario tiene la escala suficiente para sostenerlo. No sería una rareza: Córdoba ya lo tuvo con un avion de mayor porte, seguro sea la primera en volver a tenerlo.
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Esta ruta no solo conecta con Florida; Miami es el gran distribuidor de vuelos domésticos dentro de Estados Unidos. Lograr que American Airlines aterrice en Fisherton sería la consagración definitiva del aeropuerto.
3. La Deuda Interna: Análisis Realista del Cabotaje y Regional
No podemos tener un aeropuerto internacional serio si estamos desconectados de nuestro propio país. Pero esto no se soluciona con voluntarismo, sino entendiendo cómo funciona el mercado doméstico argentino.
Reforzar el Puente con Aeroparque (El Hub Real)
Nos guste o no, Aeroparque es el gran distribuidor de tráfico de Argentina.
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La prioridad número uno es aumentar las frecuencias diarias del puente aéreo ROS-AEP.
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Necesitamos horarios que permitan ir y volver en el día para negocios, pero fundamentalmente que permitan conectar con la «ola» de vuelos al resto del país. Si llegamos rápido a Aeroparque, llegamos a toda la Argentina.
De la «Ruta Existente» a la «Frecuencia Útil»
Hoy contamos con vuelos directos a Iguazú, Mendoza, Salta y Bariloche, pero la conectividad es pobre. Tener dos vuelos semanales no sirve para el pasajero corporativo ni para el turista exigente.

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El objetivo es trabajar con las aerolíneas domésticas para densificar estas rutas y abrir nuevas. Pasar de 2 frecuencias semanales a vuelos diarios. Aquí es donde las Low Cost (Flybondi o JetSMART) tienen un rol fundamental para generar el volumen necesario. Algunas rutas con mucho potencial podrían ser Ushuaia y El Calafate aunque sea durante temporada alta como lo es hoy Mar del Plata.
El Desafío Regional y la flota adecuada
Hay una gran deuda con la conectividad interprovincial corta (ej. Rosario-Córdoba). Esta conectividad depende de lograr estabilidad económica y, crucialmente, del desarrollo de una flota de aviones más chicos (regionales) que permitan llenar rutas de menor densidad. Sin los aviones adecuados, esas rutas son insostenibles hoy.
El «Anillo Mercosur»
Cómo viabilizar los vuelos cortos internacionales a ciudades como Asunción, Montevideo, o Porto Alegre son claves para el perfil agroexportador de Rosario, pero hoy son rutas inviables por costos. Para activarlas, necesitamos un plan de incentivos específico:
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Tasas «Pseudo-Domésticas»: No podemos cobrar la misma tasa internacional de 57 dólares para ir a Madrid que para ir a Montevideo. Rosario debe liderar la implementación de una tasa regional reducida que haga competitivo el ticket aéreo frente al transporte terrestre o fluvial o incluso para aquellos que viajan desde Buenos Aires.

Resumen Estratégico: El Plan de Acción
Para pasar de las ideas a los hechos, el trabajo debe focalizarse en estos objetivos concretos:
PLANO INTERNACIONAL:
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Blindar San Pablo (GRU): Asegurar que LATAM y GOL mantengan al menos un vuelo diario todo el año, no solo en temporada.
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Desestacionalizar Río (GIG): Convertirla en una ruta regular para aprovechar las tarifas bajas a Europa vía Brasil.
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Conquistar el Oeste y el Norte: Negociar activamente el regreso de la ruta a Santiago (SCL) y la llegada de Avianca (BOG).
PLANO NACIONAL y REGIONAL:
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Optimizar el Puente a AEP: Coordinar horarios con Aerolíneas Argentinas para que los vuelos calcen con los bancos de conexión al interior y ampliar frecuencias para quienes viajan a Buenos Aires solamente.
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Densificar Destinos Turísticos: Incentivar a las aerolíneas (Legacy y Low Cost) para llevar las rutas de Mendoza, Salta, Iguazú y Bariloche a frecuencias diarias.
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Incentivos Mercosur: Bajar tasas para viabilizar Asunción, Montevideo y Porto Alegre con aviones regionales.
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Atraer a las Low Cost: Generar condiciones para que Flybondi y JetSmart aumenten su presencia operativa en Fisherton.
El Desafío Final
No podemos seguir permitiendo que el 60% de los pasajeros de nuestra región se suban a un auto o un bus para ir a los aeropuertos de Buenos Aires.
Tenemos el «hardware» (la terminal nueva) y tenemos la validación del mercado internacional. Ahora, salgamos a buscar el «software»: consolidar los hubs regionales internacionales y trabajar con realismo técnico para densificar nuestra red doméstica. Esa es la única fórmula matemática que da 3 millones.
¿Y ustedes qué opinan? ¿Cuál creen que es la prioridad número uno para Rosario hoy: conectar mejor con los hubs internacionales o densificar los vuelos dentro del país? Los leo en los comentarios.